Degustación de Vino

Habilidad para degustar vino

Si amas el mundo del vino y has asistido a una cata recientemente, es posible que hayas intentado identificar algunos aromas y sabores en los vinos. Podrías haber tenido la impresión de que es demasiado difícil adivinar los aromas y sabores de diferentes vinos, pero te diremos cómo la memoria puede ayudarte invariablemente con esto.

Desde que éramos niños, hemos estado aprendiendo y recolectando nuevos aromas y sabores que hemos almacenado en nuestra memoria. Hemos estado constantemente descubriendo y redescubriendo nuevas sensaciones al beber y comer, decidiendo cuáles de ellas nos gustan y cuáles no.

Toma, por ejemplo, ese recuerdo de cuando probaste chocolate por primera vez… Podrías haberte convertido en un amante del chocolate desde entonces o tal vez descubriste que no eres fan del chocolate… Pero todas esas experiencias se han agregado a tu cerebro y cuando sabes que anhelas chocolate o helado, conoces los sabores que esperas experimentar y, sobre todo, la sensación de satisfacción asociada a ellos.

¿Pero cómo impacta esto en la experiencia asociada con el vino? Cuando intentas identificar aromas o sabores en el vino que estás bebiendo, tu memoria juega un papel fundamental al ayudarte a reconocer esos sabores. Te asiste al vincular experiencias previas de degustación de vino con la actual.

Sigue estos simples pasos:

Navega entre los diferentes aromas que pueden asociarse con el vino.
Por ejemplo, si estás bebiendo un vino blanco seco y estás intentando identificar algunos aromas, ¿qué puedes oler?

  • ¿Son esos aromas cítricos y frescos? ¿Limón, lima o cáscara de cítricos?
  • ¿Puedes oler alguna fruta tropical? ¿Cuál en particular? ¿Es piña, mango o quizás lichi?
  • ¿Reconoces algunas notas herbáceas como césped o espárragos?

Mantén un registro o diario de vinos.
Escribe los aromas que encontraste al degustar un vino en particular para que puedas comenzar a asociar algunas variedades de uva cultivadas en regiones vinícolas específicas con aromas particulares.

  • ¿Era tu vino blanco un Verdejo de Rueda o un Godello de Ribeiro en España?

Repite el ritual al degustar vino.
¿Qué tipos de sabores encuentras al beber el vino? Deja que tu memoria trabaje de nuevo haciendo asociaciones con tus experiencias de degustación anteriores.

  • Por ejemplo, si estás bebiendo un vino tinto, ¿qué tipos de sabores estás notando?
  • ¿Alguna fruta roja o negra? Toma otro sorbo y deja que tu memoria trabaje de nuevo. Si reconociste algunas frutas rojas, ¿son fresas, frambuesas o cerezas? Recuerda la sensación de sabor en tu paladar al comer cada una de estas frutas para intentar identificar cuál parece ser la más similar a la que reconoces en el vino.
  • ¿Puedes degustar algo de roble? ¿Algún tipo de sabores asociados con la madera cuando el vino ha sido envejecido en barricas por algún tiempo? ¿Algunas notas de vainilla, especias dulces o algún sabor a carne o cuero?

Siéntete libre: ¡deja volar tu imaginación!
No te sientas limitado a unos pocos aromas o categorías de sabores. Date la libertad de experimentar y encontrar algunas coincidencias entre el vino que estás bebiendo y algunas experiencias de degustación de vino previas.

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